Pepitos Grillos y unicornios El creciente empleo de la inteligencia artificial (IA) en las entidades financieras ha transformado la forma en que se brinda atención al cliente. Los chatbots, con su capacidad de respuesta instantánea y su conocimiento detallado, se convierten así en algo más que un robot asistencial. Son confidentes, asesores, incluso buenos amigos, son quienes pueden guiar a los clientes a través de los laberintos financieros. Son ese Pepito Grillo que un día, desde la confianza y la empatía, pueden decirnos algo como… “¿estás seguro de que quieres gastar ese dinero en esa adorable pero innecesaria camiseta de unicornio?”.
Dejando los seres fantasiosos al margen, es fácil visualizar como los chatbots pueden ser aliados cada vez más imprescindibles, a medida que la convivencia con ellos sea algo natural y en estado de “beta permanente”.
Veamos algunos ejemplos.
- Alerta de transacción inusual: Si se detecta una transacción sospechosa o no característica en la cuenta de un usuario, el chatbot puede enviar una alerta inmediata para confirmar si la transacción es legítima o potencialmente fraudulenta.
- Alerta de actividad de inicio de sesión no autorizada: Si se registra un intento de inicio de sesión no autorizado en la cuenta de un usuario, el chatbot puede enviar una notificación para alertar al titular de la cuenta y proporcionar instrucciones sobre cómo asegurar su cuenta.
- Alerta de cambio de información personal: Si se realizan cambios no autorizados en la información personal de un usuario, como dirección de correo electrónico, número de teléfono o dirección de envío, el chatbot puede enviar una alerta para confirmar si el cambio fue autorizado.
- Alerta de phishing: Si un usuario recibe un mensaje sospechoso o un enlace potencialmente malicioso, el chatbot puede brindar orientación sobre cómo identificar y evitar los intentos de phishing, así como solicitar al usuario que no comparta información confidencial.
- Alerta de tarjeta de crédito comprometida: Si se detecta actividad sospechosa en una tarjeta de crédito, como transacciones no autorizadas o cargos inusuales, el chatbot puede enviar una alerta para que el usuario tome medidas inmediatas, como bloquear la tarjeta y reportar el fraude a la entidad financiera.
Un ejército de clones En el mundo financiero actual, la IA se ha infiltrado en todos los rincones, como un agente secreto. Desde el análisis de riesgos hasta la detección de fraudes avanzados, la IA se ha convertido en una herramienta multifacética que nos ayuda a construir muros aún más altos contra el fraude financiero. Tenemos referencias cinematográficas de sobra para imaginar lo que sería tener a un “ejército de clones” a nuestro servicio. Bien, pues los chatbots, y el conjunto de la IA, son ese ejército. Unos clones financieros e inteligentes, trabajando incansablemente para proteger nuestro entramado financiero.
El fraude financiero es un tema grave que afecta a millones de personas en todo el mundo. Los chatbots y la IA son herramientas valiosas, y están llamados a completar las constantes tareas de educación, concienciación y alfabetización digital del consumidor. Una tecnología destinada a que la responsabilidad de los consumidores sea estrictamente eso: responsabilidad. Apartando del camino miedos, temores y cualquier otro elemento que enturbie las mejores decisiones económicas y de inversión.
Así pues, se puede afirmar que los chatbots y la IA desempeñan un papel crucial en la prevención del fraude financiero y la optimización de los procesos financieros. Y que estarán cada vez más presentes para brindarnos su apoyo, de forma cada vez más disimulada, y por ello mismo cada vez más eficiente.