Como ya sabemos, el fenómeno Open Banking se extiende a gran velocidad a nivel mundial, acompañado de cambios normativos que permiten dar salida a las nuevas demandas de la sociedad de una manera más segura y eficaz. La industria de los servicios financieros experimenta desde hace unos años una transformación radical que alcanza cada vez mayor profundidad, en la que transacciones comerciales y consumo de datos van de la mano mientras se generan nuevos horizontes de productos y servicios.   No es solo un “eslogan”, sino una práctica absolutamente tangible que ofrece ventajas tanto para la experiencia de cliente como para los operadores de la industria. Pero, ¿cuáles son esas ventajas para unos y para otros? A esa pregunta es a la que hemos querido dar respuesta en esta nueva infografía para nuestros lectores, de manera tan visual como pragmática: cuatro ventajas por colectivo, en algunas ocasiones claramente interrelacionadas.   Estos son los principales ítems que explican la pujanza de la “banca abierta”, definida como “la práctica de permitir que las organizaciones de servicios financieros de terceros accedan a los datos financieros del consumidor a través de interfaces de programación de aplicaciones (API)”.  

Para los consumidores:

• Datos financieros precisos.
• Acceso rápido al crédito.
• Servicios financieros personalizados.
• Unificación de suscripciones.

  Para los agentes de la industria:

• Avances en la digitalización.
• Coexistencia con la innovación.
• Mayor retención de clientela.
• Modelos predictivos eficaces.