La firma de investigación Pew Research ha dado a conocer en fechas recientes los resultados de una encuesta realizada a más de 25.000 ciudadanos norteamericanos, acerca de las expectativas, los resultados y el comportamiento en la adopción de lo que se conoce como mercado cripto. Es decir: la compra, intercambio o inversión en criptoactivos, que generalmente funcionan sobre plataformas blockchain o están adheridos a ellas.

El aspecto más llamativo de esta investigación es, para sus autores, el hecho de que para la mayoría de los inversores la experiencia ha supuesto un cierto revés para sus finanzas, ya que más del 40 por ciento de los encuestados afirman haber salido peor parados de lo que esperaban. Un registro que probablemente está influido por la contracción (temporal o no) de estos mercados en lo que se conoce como criptoinvierno.

Más allá de estos resultados coyunturales y hasta cierto punto poco relevantes para testear el estado de salud de la tecnología blockchain, desde GDS Modellica hemos querido tomar nota de otros aspectos de la encuesta que sí hablan de pautas, evoluciones y tendencias a tener en cuenta de cara al futuro. “Cocinados” y expuestos en nuestro habitual acercamiento en formato de infografía, los datos de esta abundante muestra poblacional exponen algunos puntos a tener en cuenta:

• Todavía es muy pronto para hablar de adopción masiva: solo 3 de cada 20 ciudadanos ha comprado, intercambiado o invertido en criptoactivos.
• No obstante lo anterior, esa cifra es suficientemente significativa como para hablar de un mercado vivo.
• Al contrario de lo que forma parte del relato en torno al mundo cripto, la mentalidad de “dinero rápido” no es la única, ni desde luego la principal, de las motivaciones que tienen quienes invierten.
• La brecha de género es realmente acusada. Las diferencias absolutas entre hombres y mujeres en un mercado todavía reducido pueden parecer escasas, pero cuando evaluamos las diferencias relativas, la presencia masculina viene a suponer el doble de la femenina.
• Como es completamente esperable, los tramos de edad más jóvenes invierten más que los tramos de sus padres y abuelos.
• Tenemos la imagen del inversor como la de un hombre blanco occidental. Nada más lejos de la realidad: las etnias negra, latina y asiática invierten notablemente más en cripto.
• Por último, y aunque desde el punto de vista sociológico podría generar cierta confusión con el punto anterior, los bolsillos con rentas más altas invierten de manera sensiblemente superior a los de las rentas medias y bajas.

Si bien estos datos todavía distan de la capacidad de generar un buyer persona bien definido, sí se puede hablar de tendencias claras, así como de oportunidades de mercado que un ojo atento puede saber explotar: ¿mercados cripto orientados a mujeres adineradas de etnia latina? ¿Plataformas especialmente orientadas a mayores de 50 años y de rentas medias pero con curiosidad financiera? ¿Entornos de tokens no fungibles con vocación de exprimir al máximo la predisposición de la población más joven y con más recursos?

Puede que estemos atravesando un criptoinvierno, pero al margen de mejores o peores resultados en lo tocante a su faceta más especulativa, el mercado cripto presenta cada día opciones de negocio más que apetecibles.