Fintech, Blockchain, Inteligencia Artificial y Finanzas Descentralizadas son vocablos que están en el día a día en nuestro mundo tecnologizado y digital. Pero en pocas ocasiones tomamos nota desde “Occidente” de las corrientes que se generan en otras ubicaciones, y que confirman la envergadura de los procesos de cambio y regeneración que abordamos a nivel global. Queremos en esta ocasión permitirnos una mirada al Sur, y en concreto al continente que tantos lazos guarda con nuestra Península Ibérica: América Latina.

La tercera edición del estudio Fintech del Banco Interamericano de Desarrollo (BID, o IADB por sus siglas en inglés), pone de manifiesto que el ecosistema Fintech en América Latina y el Caribe vive un ciclo imparable de expansión, hasta el punto de consolidarse como “un actor clave” en el entorno de relaciones de mercado (demandas y necesidades frente a oferta y opciones), que en el caso financiero es más complejo, interdependiente y ambicioso que nunca antes en la historia.

En 2021 se ha llegado a la cifra de 2.482 plataformas Fintech, lo que supone un crecimiento del 112% respecto a solo tres años antes. Pero más allá de este incremento cabría preguntarse cuánto representa a nivel mundial esa cifra. Pues bien, las 2.482 plataformas de América Latina y el Caribe suponen la friolera de casi la cuarta parte (22,6%) de las presentes a nivel mundial. Brasil y México lideran la clasificación de entornos nacionales que más aportan en este sentido, seguidos de Colombia, Argentina y Chile. Los responsables del estudio aseguran que el ecosistema en la región “aún está emergiendo, pero registra tasas de crecimiento significativas”.

Estos incrementos se deben en gran parte a una mayor carga de demanda de servicios financieros que, como cabe imaginar (porque así lo venimos viendo en otras demarcaciones), no forman parte de la oferta que proporciona el sector financiero tradicional. A ello se debe sumar la mayor presión de mercado de cara a obtener servicios financieros digitales, como consecuencia de las medidas impuestas en buena parte del mundo, también América Latina y el Caribe, para combatir la pandemia de COVID-19. Y a lo anterior hay que añadir los cambios regulatorios que, al igual que otros mercados, se sustentan sobre un enfoque de mejorar la transparencia y la seguridad para los inversores.

Como es habitual en esta página, hemos querido rescatar algunos de los principales insights para presentarlos en formato de infografía, y recomendamos la lectura del original por ser una fuente de plena autoridad.