La industria Fintech mundial ha logrado contener el impacto de la pandemia COVID-19 mucho mejor de lo que se supuso inicialmente, pero lo ha hecho mostrando unas significativas diferencias entre las verticales del sector, así como entre países. Las economías avanzadas (
AEs, por sus siglas en inglés), han salido notablemente mejor paradas que las emergentes y en vías de desarrollo (
EMDEs, ídem). Así lo revela el reciente informe elaborado desde el Foro Económico Mundial (
WEF), casi 200 páginas rebosantes de datos e información bajo el título
Estudio global de impacto y resiliencia de la industria y el mercado Fintech frente a Covid-19.
Por su muy elevado interés, resumimos a continuación algunos de los datos más significativos de su resumen ejecutivo, a la vez que animamos como no podía ser de otra forma a su descarga (gratuita) y consulta al completo en la
propia página web del Foro.
Dominio general de las economías avanzadas
Los valores de transacción en las AEs excedieron los de EMDEs para todas las verticales. Además, para todas las verticales excepto pagos, las tasas de crecimiento fueron más altas para las empresas que operan en AEs. Además de cuestiones de escala y desarrollo del sector, muchas EMDEs aún carecen de marcos regulatorios que permitan a las fintech brindar servicios regulados.
En comercio minorista,
los pagos digitales fueron el segmento más grande por valores de transacción (63% del total), seguidos por los préstamos digitales. En lo tocante a pagos, las empresas de las AEs contribuyeron con la mayor parte del valor total de las transacciones, pero las EMDEs crecieron más rápido, hallazgo que indica que todavía hay un espacio significativo para su crecimiento en estas economías. En lo relativo a
préstamos digitales, que
representaron el 20% del valor de las transacciones, siguen estando concentrados en gran medida en las economías avanzadas. De hecho, las actividades de las empresas de préstamos digitales en las EMDEs disminuyeron, si bien en algunos casos venían de escenarios ya muy altos (más de mil millones de dólares).
Un hallazgo común entre las empresas minoristas y de aprovisionamiento del mercado fue que tres de cada diez (30%) operan en más de una jurisdicción. Y no solo eso: la mayoría de las empresas que operan en EMDEs tienen su sede en jurisdicciones extranjeras, principalmente en AEs.
Base de clientes, inclusión financiera y resiliencia
Uno de nuestros resultados más importantes se relaciona con la base de clientes de las plataformas y la contribución potencial de las fintechs a la inclusión financiera. Una gran proporción de los clientes de fintech son
clientes nuevos, y clientes de grupos poblacionales que en muchos países han sido
desatendidos por las instituciones financieras tradicionales. Algo que afecta no solo a hogares de bajos ingresos y colectivos vulnerables, sino también a pymes.