En numerosas ocasiones se ha planteado que determinados mercados han salido beneficiados con motivo de la pandemia, en el sentido de que esta supuso un vector de aceleración de ciertos procesos de transformación que ya se venían dando con anterioridad. En este sentido, las medidas adoptadas para tratar de contener las escaladas de contagios fueron un incentivo, no solicitado ni deseado, pero determinante, para traer al tablero de juego realidades que de otra forma habrían tardado lustros o décadas en materializarse.
En nuestro último artículo echamos mano del resumen ejecutivo del
Estudio global de impacto y resiliencia de la industria y el mercado Fintech frente a Covid-19, del Foro Económico Mundial (WEF); y hoy nos detenemos, por su relevancia, en el bloque que dedica el informe al impacto directo de los confinamientos sobre la economía Fintech, y también de las “medidas de alivio” que una u otra forma fueron adoptadas en la mayoría de países del mundo. El estudio combinado de ambos grupos de indicadores permite ratificar que la pandemia fue un acelerador, pero no hubo como tal una disrupción. Es decir, el mercado Fintech se benefició “con” la COVID-19, pero no “por”, o al menos no en una relación directa.
En aquellos países con unas medidas de
lockdown menos estrictas, la industria Fintech creció un 30% más en el año 2020 que en el año 2019, al obtener un valor de transacciones de 32.000 millones de dólares, frente a los 25.000 del ejercicio previo. Esas cifras se quedan pequeñas en comparación con las obtenidas en los países con unas medidas de
lockdown de nivel medio, donde la subida fue de 41.000 millones a 75.000 millones, lo que en términos relativos supone un incremento de un 81%. Y donde esas medidas fueron más estrictas, que fue en la mayoría de países del mundo, el incremento relativo es comparativamente menor (66%), pero en términos brutos el crecimiento fue incontestable: se pasó de 288.000 millones en 2019 a 478.000 millones en 2020.
Esos datos así presentados contienen dos
false friends que es necesario identificar para no quedarnos con impresiones erróneas. El primero sería pensar que, por el volumen previo de transacciones en 2019, las mayores restricciones se aplicaron en los países que tenían desarrollado un ecosistema Fintech más fuerte: 25.000 millones para las menos estrictas, 41.000 millones para las intermedias, 288.000 millones para las más estrictas. No es así. Simplemente se trata de que la mayoría de países del mundo aplicaron las medidas más estrictas, y por tanto concitan también la mayor parte del conjunto de transacciones del mundo fintech.