A medida que la concienciación con la sostenibilidad se ha ido volviendo mainstream, no queda prácticamente sector de actividad que no esté buscando generar iniciativas, en línea con lo que es demanda social y a la vez necesidad y compromiso con el futuro. Uno de esos sectores, con toda la buena lógica del mundo, es el bancario, que en GDS nos toca tan de cerca, y con cuya viabilidad a largo plazo estamos plenamente implicados.

A ojos de un recién llegado, podría parecer que banca y sostenibilidad medioambiental son dos conceptos que viven ajenos el uno del otro, pero nada más lejos de la realidad. Basta pensar en todas las operativas que requieren el empleo de recursos técnicos y humanos para algo aparentemente tan básico como mantener irrigado de capital los mercados, para hacerse una buena idea de hasta qué punto la optimización de las operaciones puede y debe devenir en una mayor protección del planeta, vía reducción de la huella de carbono del sector bancario.

  De hecho, desde abril de 2021 existe la Alianza por la Banca Net Zero, que tiene como objetivo lograr un balance que reduzca a cero las emisiones netas de gases de efecto invernadero (GEI) de esta industria. Una entidad que agrupa a 4 de cada 10 grandes firmas en el planeta, y que exige una Declaración de Compromiso para adherirse a la misma. Dicha alianza está cada vez más presente en medios de comunicación de contenido económico, así como en las propias páginas corporativas de algunas de las firmas del sector con más renombre.

A propósito de un reciente análisis por parte de Accenture sobre los principales impedimentos que lastran la incorporación del enfoque Net Zero en la banca, desde estas líneas hemos querido resumir en una infografía los principales impulsos y frenos a este encomiable objetivo, siendo los primeros los elementos clave de la alianza mencionada líneas arriba, y los segundos los bloques identificados por la consultora.

Con la esperanza de que los compromisos ganen la batalla a los impedimentos, estos son los principales impulsos y los principales frenos para lograr una banca que compense su huella de carbono para alcanzar un balance neto de cero emisiones.