La industria crediticia española hay que entenderla dentro del contexto financiero europeo e internacional. Sus retos pasan por controlar la inflación, combatir el recobro, la necesidad de que fluya el crédito, una mayor flexibilidad crediticia o la creciente implementación de las nuevas tecnologías
Según GDS Modellica, la tecnología, la Inteligencia Artificial y la Gestión Inteligente en todo el proceso cumplen un papel prioritario a la hora de abordar de forma eficiente las tendencias crediticias
Tras la crisis de la pandemia no cesan las adversidades para Iberia, y pese a que los bancos y entidades financieras españolas cuentan con balances saneados y una posición de capital y liquidez sólida, el clima financiero internacional sigue siendo hostil, viéndose afectada la industria local por la caída del banco SVB y la crisis de Credit Suisse, que han repercutido fuertemente en el sector financiero europeo, español y en la propia evolución del crédito para éste 2023.
Los principales retos de la cultura crediticia ibérica según GDS MODELLICA pasan por la fuerte influencia del, ahora en crisis, ecosistema financiero internacional, la creciente necesidad de que fluya el crédito para reactivar y hacer crecer la economía, hacer frente a la inflación, o combatir el fraude financiero y afrontar otro año con gran foco de interés en el recobro de deuda de las carteras.
Las subidas de tipos o la elevada inflación están golpeando de manera directa a la capacidad de ahorro y consumo de los clientes. El crédito al consumo ha sido uno de los sectores más afectados por la inflación y las incesantes incertidumbres económicas. Las entidades, a tenor de las circunstancias, intuyen una posible contracción de la demanda de crédito al consumo al tener menor renta disponible para aplazar sus decisiones de consumo. A la par, prevén también un repunte de la morosidad.
En concreto, la demanda del crédito global en España, según el Informe de Tendencias de Crédito, elaborado por ASNEF y EQUIFAX, cerró el primer trimestre de 2023 en los niveles máximos de los últimos años, 129% respecto a enero de 2019, y se consolida así la tendencia positiva de los últimos trimestres. El perfil de riesgo de la demanda es uno de los registros más bajos (79% respecto a enero de 2019). En cuanto a la demanda de crédito por sectores son las financieras de consumo y microfinancieras las que registran los niveles más altos en los últimos años.
Pese a estos indicadores, el Banco de España, ha detectado un ligero repunte de los créditos en vigilancia especial, o “stage2” (créditos que no han derivado en impago) y han empezado a dar las primeras señales de alarma a finales de marzo, en concreto, un 7,2 %, cambiando la tendencia respecto de 2022 al incrementarse un 0,1% respecto al anterior trimestre. En cuanto a los préstamos dudosos de los bancos, stage 3, han caído en el primer trimestre un 3,37 % hasta los 38.916 millones de euros, frente a los 40.277 millones de diciembre de 2022. La ratio de dudosos continua su tendencia descendente en marzo de este año era de 3,4 %, en el pasado diciembre 3,5 % y un 4,2 % a finales del 2021.