La inflación es uno de esos indicadores macroeconómicos que más pasiones pueden levantar entre propios y extraños. Tan pronto la asociamos con lo más temible que le puede suceder a una economía, como encendemos todas las alertas si nos acercamos a cifras deflacionistas. Es uno de esos indicadores malditos que parece imposible de dominar por más que entendamos que lo suyo sería que sonara a ese ritmo tan repetido en la música clásica: Allego ma non troppo. Con alegría, pero sin pasarse, sin excesos, sin alharacas.
Una inflación alta encarece el coste de la vida para empresas y consumidores hasta que los reajustes surten su efecto; pero una inflación baja supone una economía con el pulso flojo en el que el capital no se mueve lo suficiente. La culpa se puede echar a la maldita fórmula VM=PC (velocidad x money = precio x crecimiento real), pero no hay más culpable que la propia dinámica económica: crecimiento, empleo y dinero abundante y barato forman un trilema de difícil resolución.
¿Qué tiene todo lo anterior que ver con GDS Modellica? Mucho. Los procesos inflacionistas como el que atravesamos, por más que los datos del pasado mes de marzo hayan sido razonablemente positivos, están estrechamente ligados con vaivenes en el circuito prestamista. Según en qué fase del ciclo nos movamos, y qué intensidad presente esa fase, proyecta escenarios de ganancias para prestamistas o para acreedores, y además supone un elemento de incentivo o de retracción para la actividad crediticia.
De la mano de todas estas fricciones de mercado, donde se concitan fuerzas no siempre compatibles y a veces antitéticas, en GDS Modellica consideramos que las empresas de base tecnológica somos las más capacitadas para proponer marcos de superación que dibujan escenarios de “todos ganan”. Creemos que el momento actual es óptimo para apostar por firmas de fuerte tirón innovador como la nuestra, ya que nuestro entorno operativo balancea estas tensiones y permite a cada parte mejorar su posición previa.
Por ejemplo, desde el punto de vista de las entidades financieras, el análisis de datos, el aprendizaje automático y la inteligencia artificial pueden ayudar a mejorar la evaluación del riesgo crediticio. Esto podría permitir a la empresa identificar y mitigar de manera más eficiente los riesgos asociados con la inflación, como el riesgo de impago de los prestatarios, y así reducir las pérdidas
Pero además, la tecnología de GDS Modellica es un acicate para desarrollar productos financieros flexibles que se ajusten a las necesidades cambiantes de los prestatarios, como préstamos indexados a la inflación. O para diversificar la cartera de préstamos como estrategia eficaz para mitigar los riesgos, de cara reducir la exposición y equilibrar los ingresos en diferentes condiciones económicas.
Pero nuestra aportación también va en beneficio del consumidor final. Nuestra trayectoria nos sitúa en una posición privilegiada para respaldar operaciones con tasas de interés ajustables, lo que dota de una mayor flexibilidad y adaptabilidad en un entorno de condiciones cambiantes. También nos permite orientar desde el liderazgo en el empleo de programas de refinanciamiento, con la vista puesta en aliviar la carga financiera. O incluso brindar apoyo a cualquier herramienta de gestión financiera personalizada, ayudando a las entidades a ayudar a sus clientes en el seguimiento de sus gastos, ingresos y ahorros.
En todo caso, y con el proceso inflacionista que nos acompaña, nos ha parecido oportuno traer en nuestro habitual formato de infografía seis de las definiciones más clásicas y célebres sobre el término inflación. Que no permitirán resolver de una vez y para siempre las apasionadas discusiones sobre si es mejor tener una inflación más alta o más baja, pero nos sirven para hacer un back to basics. A fin de cuentas, calmar los ánimos siempre es bueno cuando sentimos que algo “se nos va de las manos”.